miércoles, 18 de febrero de 2009

De cómo actualmente se escribe la historia falsa del arte en Colombia

Editorial
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Desde hace casi una década vivo en Europa, lo que hace que en gran medida mi cultura haya dejado de ser colombiana. Valiéndome precisamente de esa condición, desde el exterior y en muchas ocasiones me he interesado en dar una opinión sobre el arte nacional “contemporáneo” y sobre lo que veo que se premia en salones y eventos realizados en Colombia.

Así pues en Apuntes Críticos, hemos venido prestando atención a este singular fenómeno del pillaje, del engaño, de la manipulación de consensos y hemos visto cómo al interior del país se mantiene a un medio artístico en el atraso y en la indigencia cultural. Hemos demostrado así que estas arduas labores son ejercidas por un cierto número de profesores de arte que engañan desde las academias del país y desde las oficinas estatales. Tendremos que esperar hasta que se pensionen estos individuos que hacen daño a la cultura colombiana para que muchas cosas cambien, la mala noticia es que será cuestión de décadas.

Algunos se preguntaran al fin y al cabo, ¿Por qué Apuntes Críticos se preocupa por esto? ¿Acaso no vive en un país desarrollado, donde todas las logias y roscas bogotanas no son más que un síntoma de la corrupción normal que carcome a Colombia en todos los sectores de la sociedad?

Estas preguntas solo tienen una respuesta: como todo artista colombiano, Apuntes Críticos tiene el anhelo profundo de ser participe de la vida cultural de su paîs de origen asi como considera que Colombia (y su representación en las instituciones estatales) debe apoyar a los artistas nacionales que trabajan seriamente. Y este no es el caso.

¿Donde están los dineros públicos para invertir en la producción pictórica, escultórica, en comic y en video nacional de gente que trabaja con disciplina? Los corruptos los han invertido pegándose curadurías, direcciones de salones nacionales y bienales en un pomposo y emperifollado despliegue de eventos que, buscando asimilarse a las vanguardias internacionales, solo dejan ver que de aquel arte neo conceptual de las décadas pasadas solo quedan ruinas.

Y aun así los representantes de la corrupción nacional invitan a estos eventos a artistas internacionales supuestamente reconocidos, exponiéndolos como si fueran las grandes vedettes mundiales. Afuera nadie los conoce. De otra parte, los que dirigen estos eventos editan libros y catálogos institucionalesd para poner sus nombres en negrillas e indicar así que en esta época ellos son los que están haciendo el arte de Colombia.

Eso no es investigación ni tampoco es historia del arte. Un mínimo de anarquía es necesaria para no sentir ningún respeto ni considerar como legítimo, ni representativo para el arte colombiano lo que algunos burócratas proclaman como la actualidad de las artes del país. Y lo mas oscuro es que lo hacen bajo el fuero representativo que les otorga manipular las instituciones del estado.
!Respeten a Colombia!.

No deja de ser misterioso escuchar las declaraciones de la pintora Beatriz González, apoyando fervientemente el Salón Nacional de Artistas, llamando “chovinistas” a sus contradictores y pidiendo que al tal salón no le cambien el nombre.

No sorprende que hábiles predadores del estado apoyen estas cuevas. Solo se explica este apoyo la plena consciencia de que ningún joven o desconocido de los que exponen allí, va a surgir, ya que de los últimos lustros todo lo que quedará para la historia el arte colombiano tal como se plantea seguirán siendo las mediocres pinturas de esta señora y los habiles entramados de Jaime Cerón.
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La dirección.
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3 comentarios:

dijo...

Esquirlas:

Encontré hace unos días el siguiente extracto (una joya) del artista Elias Heim, gran defensor del arte neo conceptual bogotano (hoy versión política, para estar a la moda).

En el siguiente extracto, Elias Heim nos indica que, según él, los pintores y los escultores “modernos” de Colombia son artistas sin ética. Al hablar de lo que NO se expone en el salón, dice así:

“¿Qué es lo que no se expone? la pintura, la escultura “moderna” y su componente figurativo, retratos, estructuras y paisajes virtuosos que se remplazan por posturas éticas. No esta Grau, Obregón, Botero. ¿Que es lo que está de esa misma época y que es una apuesta del salón para empezar históricamente el discurso?
Está una postura ética y contestaría, política frente a un hecho x."… (se trata de)“una postura ética versus la pintura, la escultura…” (1)

Conclusión: Este señor pretende que los pintores y escultores “modernos” fueron y son personas sin ética en Colombia. Semejante calumnia solo puede provenir de un tipo de pensamiento artístico en agonía, es un argumento que corresponde a un arte que está pasando ya a la historia, y que, batiéndose en su lecho de muerte, pretende no abrir paso a las nuevas generaciones.

A los que se extinguen (oh magnates del concepto de los años noventa) aun es difícil hacerles soltar el traje nuevo del emperador porque, en el ocaso de sus engaños, muchos siguen sin embargo usufructuando de las telas invisibles y brillantes de la corrupción artística nacional.
(1) ver Blog Esfera Pûblica.

Anónimo dijo...

A mi esto me confunde, porque soy estudiante de arte, feliz de haber nacido en esta época para ver arte contemporáneo, el cual me toca buscar en paginas de internet y por medios diferentes, porque es muy poco lo del arte nacional que me emociona, mas bien me causa mareo y dudas sobre el por qué estudio esto...

Será que ellos (artistas, profesores, curadores, etc) de verdad se creen lo que predican? Para ellos ciertas personas tienen la mente cerrada, para otros es al contrario... yo soy muy joven, pero tengo claro que lo que se muestra en salones esta mal. Lo que no me entra en la cabeza es que ellos no lo puedan ver, a menos de que finjan o algo así.

dijo...

Lina:
Efectivamente creo que el negocio de muchos es fingir y engañar tal como tú lo notas. EL arte tiene muy poco que ver allí, en ese tipo de eventos nacionales.

Es muy fácil decir “tu eres retrogrado”, “yo represento la transgresión, la vanguardia actual”. Con este tipo de ideas se justifica toda una impostura artística legitimada con discursos que si se miran con cuidado se caen por su propio peso.

EL objetivo final es solamente ampararse de los presupuestos estatales para las artes con esos eventos pagados por los contribuyentes que, claro está, no están invitados a la fiesta o toca a lo sumo educarlos con el programa de “educar públicos”.

Esto ultimo para que “entiendan” el complicado y confuso arte actual.

Al mismo tiempo es curioso que para los artistas pintores, escultores, dibujantes de comics, y personas que NO se dedican a hacer lobby casi no hay ningún recurso del estado, este ultimo representado supuestamente la colectividad, es decir a Colombia.

Creo que todas estas ideas deben difundirse si se quiere un cambio real en la plástica colombiana.

Un saludo.